6/1/14

De las piedras de los misterios



Recordaré más allá de tus dedos, quizá también signifique atravesarlos. De algún modo estaré fijando la atención a mi despertar, con todo lo que cuesta el infinitivo o la realidad          

                                         imperturbadoesperando

voy hasta el agua un poco frenético y otro poco desorientado, voy hasta el río que lava sus piedras. Pienso cuántas cosas perderé si no sujeto mi memoria antes de que el agua me alcance
Con un punto de partida, deseando que el misterio aclare (como si lo pudiese hacer solo) todos los dolores concentran una unidad de no escape, un entrar rotundos y cansados y gastados a nuestras frustraciones. Muchas veces lo peor viene después de soñar; es un poco preguntarnos quiénes somos. Y así transpiramos cigarrillos y tragamos sonidos y luces y no dormimos, y mientras, peor, nos acordamos de que hay que salir a vivir.

Sería un escándalo que podamos afirmar –no tengo destino, mi ruta no existe-.
               

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