tenía los tobillos hinchados
y humedad
en los dedos
tenía tantas cosas
tantos sonidos rojos
bosquejos
como puntas
a
veces como canciones
y había luces
me
llamaban
para
decirme
o gritarme
que la situación no era buena
y las escuchaba
en un umbral a medias
armado
casi a medias
casi siempre interrumpido
las palabras y el suburbio
eran arrastrados al miedo
lentamente
las luces me mostraban calles
quemadas por el silencio
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